El pan bao es un bollito esponjoso que se cocina al vapor. Se ha hecho popular por su textura suave y su versatilidad en la cocina. En muchos países de Oriente lo comen casi a diario ya sea como entrante, merienda o aperitivo.
En la gastronomía asiática, el pan bao se ha convertido en una estrella. Y es que esta delicia de procedencia china, primero fue adoptada en Japón y, poco a poco, ha ido ganando posiciones en muchos otros lugares del mundo incluido Occidente.
Hoy lo hacemos crujiente para darle un toque diferente y una textura realmente increíble.

Picar la cebolleta, el pimiento y el cilantro por separado. Reservar.
Deshuesar el pollo (si está crujiente dejarle la piel). Trinchar y mezclar con un poco de salsa satay y con un poco de cebolleta y pimiento.
Rellenar los baos. Pintar con aceite y poner sésamo por encima.
Darles un toque crujiente poniéndolos en la freidora de aire de tres a cinco minutos a 180º C (hasta que estén dorados) y listo.
Decorarlos con un poco más de cebolleta, pimiento y un poco de cilantro recién picado.
Servir con el resto de salsa satay.
En un cazo calentar la leche de coco con la pasta de curry y el lemon gras (hacer varios trozos y dar un par de golpes con la mano de mortero).
Incorporar la crema de cacahuete y el azúcar moreno.
Añadir la salsa de soja, el ajo y el jengibre rallados. Y finalmente la cayena, la sal y la pimienta.
Cocinar a fuego lento durante unos minutos y, si espesa mucho, agregar más leche de coco. Colar y reservar.
Ingredientes
Instrucciones
Picar la cebolleta, el pimiento y el cilantro por separado. Reservar.
Deshuesar el pollo (si está crujiente dejarle la piel). Trinchar y mezclar con un poco de salsa satay y con un poco de cebolleta y pimiento.
Rellenar los baos. Pintar con aceite y poner sésamo por encima.
Darles un toque crujiente poniéndolos en la freidora de aire de tres a cinco minutos a 180º C (hasta que estén dorados) y listo.
Decorarlos con un poco más de cebolleta, pimiento y un poco de cilantro recién picado.
Servir con el resto de salsa satay.
En un cazo calentar la leche de coco con la pasta de curry y el lemon gras (hacer varios trozos y dar un par de golpes con la mano de mortero).
Incorporar la crema de cacahuete y el azúcar moreno.
Añadir la salsa de soja, el ajo y el jengibre rallados. Y finalmente la cayena, la sal y la pimienta.
Cocinar a fuego lento durante unos minutos y, si espesa mucho, agregar más leche de coco. Colar y reservar.